martes, 13 de diciembre de 2016

EL LÍMITE DEL CONTROL

Hay un espejismo
En el fondo de cada océano
Que guarda
El tiempo de las piedras.

Hay una verdad
En una milésima de cada sueño
Que abre
El enigma de la mente.

Hay copiosa soberbia
En el alma de aquél
Que se tenga por dios
Pues acabará en el cementerio
Y ahí sabrá

Lo que es la vida.

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