lunes, 12 de septiembre de 2016

LOS BESOS DEL VINO

Rojas casas se queman
A la velocidad del blues
Y el vértigo en la paranoia oscilará.

El transeúnte abandona sus piernas pedregosas
Y ampara los nichos que lo vieron renacer.
Un hachazo al hastío rutinario. Vida.
Fugitivo esplendor cuya nobleza desplegó
Las rutas de la eternidad.

Está conmigo, no hay mundo sin él
Está conmigo, mi alma inmaculada escribe.

Pausas agilísimas entorpecen la aflicción
De violines enlutados, aullando en torno mío.
Sutiles, auténticos, perspicaces
Como la música que ultima
el final de las películas.

En la continuación como castillos de hielo,
Lacrados sueños de piano
Cayeron sobre los labios del hombre,
Aquel que amedrenta la complacencia de finas mujeres,
El néctar que pule la poesía pujante.

Y he de besar el suelo,
Elixir estéril,
Porque de nuestra melodía asome el temblor

Que alrededor de ti huirá como una extraña cicatriz.

EL BUSCADO REFUGIO

Tengo que encontrar un lugar donde esconderme.
Las siguientes líneas
Atraviesan mis latencias,
Como una serpiente en el cielo,
Zarpando desde un oscuro puerto
Hacia un océano de escamas brillantes.

Todo retorna a su origen primitivo
Excepto la mente.

Sutil tormenta, ópera de Dios
Concédeme algún refugio
Ella espera por mí
Su piel es blanca
Y provocativamente táctil.

La fruta fue digerida
En el tiempo de nuestra cita
Labios lacrados fríos
Tintes de falsos billetes en sus gestos
El bar cerró
Y nos despedimos entre las sabanas de ella.

Aguacero eléctrico, puntazo agónico
La sed y la soledad
Han sido picarescamente saciadas
Con cauteloso infinito espectral.

Tengo que encontrar un lugar donde esconderme.
El viejo killer de la hoz
Volvió para acabar el desfile
Necesito un apacible despertar
En una fuente de agua.

Hubo frescas praderas
Que nacieron del sol
(Rosario, Francia o Gales)
Yo era parte de todo
Y todo era parte de mí
Sin agujas todo realmente percibido
Sin límites espaciales
Destino diamante lumínicamente reflejaban los cuerpos.

Indios en la lluvia
Esperando el sol
Ardor y carne viva
En las tintas de la piel;
La saliva de la ballena nos curará.

La fiebre fue envasada
En los densos días
De alcohol y amargo ácido
(el Whisky hace al rey perro
Bailar sobre el fuego).

Todo retorna a su origen primitivo
Excepto el mundo.

Cuando encuentre el buscado refugio
El sueño habrá acabado
Seremos leones en la noche
Y ella necesitará a alguien nuevo
Para castigar los ojos

De poetas dulces y salvajes.